Calendario Deportivo

domingo, 2 de marzo de 2014

SUBIDA AL PICO LA MAROMA

Aprovechamos el puente de Andalucía para intentar coronar uno de los puntos mas altos de Andalucía, en este caso el Pico la Maroma situado en la Provincia de Málaga, mas concretamente la subida por su cara Sur desde la población de Canillas del Aceituno. Llegamos sin incidentes sobre las 8,45 iniciando la subida sobre las 9,10 h. Como es habitual formábamos el equipo Emilio García Rodríguez, Manuel Méndez Moreno y Juán Antonio rincón Réyes, amigo este que sin experiencia en este tipo de aventuras quiso acompañarnos al ser llamado por mi. Desde su salida la pendiente es importante y prácticamente no se abandona. Terreno muy técnico que dificulta la ascensión por exigir a Emilio (Atleta invidente) un sobre esfuerzo mas fuerte de lo habitual aunque este no altera las ganas y aún así mantenemos un ritmo bastante aceptable. Realizamos paradas técnicas prácticamente cada hora para reponer líquidos. El tiempo aunque bueno en su inicio iba cambiando y nos advertía de ello mediante algunas rachas de aire fuerte y una llovizna intermitente pero no de mucha intensidad, así iba transcurriendo la ascensión y las horas iban pasando y aunque seguíamos con un ritmo aceptable, Emilio empezaba a sufrir mas de la cuenta debido a la multitud de piedras, cambios de rasante y la falta de camino pues en muchas partes del recorrido era prácticamente inexistente y si había exigía bastante concentración y esfuerzo y estaban señalizados por pequeños mojones de piedra a los cuales teníamos que estar muy atentos para visualizarlo y no perder la dirección correcta. Juan Antonio para ser su primera vez llevaba buen ritmo y nunca dio muestras de cansancio, pero la falta de experiencia y sobre todo un recorrido muy duro, técnico y con continuos desniveles provocó los continuos apoyos de Emilio sobre la barra de seguridad provocando una curvatura peligrosa con el consiguiente riesgo que eso suponía. El tiempo fue cambiando rápidamente, apareció la Niebla, la lluvia fina e intermitente ya fué continua y según íbamos acercándonos a la cima y abriéndonos a su cara Norte el viento pasó de un viento soportable a una ventisca que prácticamente impedía la visibilidad y el avance del equipo. La lluvia se tornaba debida al viento insoportable y mientras antes algunas veces durante la subida éramos protegidos por el propio terrero una vez nos íbamos acercando a su cima y abriéndonos a su cara Norte éramos presa fácil de su ira. Emilio prácticamente no me oía por la dureza del viento y aunque sabíamos que estábamos muy cerca de la cumbre la niebla impedía verla. El frio de las manos impedía manipular el GPS para ver distancia y altitud aún así pude después de mucho trabajo poder manipular el GPS al poder refugiarnos en unas pequeñas lascas verticales de medio metro que nos protegió algo del infernal viento. El GPS marcaba 6 kms en 3h. 50 minutos y una altitud de 1994 m. dejé al equipo un instante y avance unos 50 metros para ver si con un último esfuerzo podíamos tocar cumbre pero el camino muy técnico, las rachas de aire que prácticamente nos tiraban al suelo y el peligro de inicio de hipotermia hizo que tomase la decisión de volver y desistir en tocar cumbre aún solo faltando 72 metros de desnivel para alcanzar los 2066 metros. Cuando llevábamos prácticamente 400 m de vuelta la barra de seguridad de Emilio se fracturó lo que provocó que el peligro para él fuera mayor y consiguientemente para el equipo. Aún así Juan Antonio hizo valer su fortaleza y valentía para estar en todo momento al frente de la situación y lo llevó prácticamente toda la bajada y aunque empapados y con bastante, muchísimo frio en el cuerpo diría yo logramos después de tres horas y medias de bajada llegar al coche donde pudimos cambiarnos en el Restaurante la Maroma donde muy amablemente el propietario nos dio permiso. La Montaña había vencido, pero aún así estábamos contentos pues hemos aprendido mucho de la experiencia y creo que la decisión fue acertada pues en caso de haber sido osados y haber tocado la cima, tengo muy serías dudas de haber tenido la posibilidad de haber regresado vivo de tal infierno en el que se convirtieron los últimos metros de la ascensión. y Como dijo el General Americano MacArthur al abandonar las filipinas en la Segunda Guerra Mundial, Marcho pero volveré. Aquí os dejo una muestra mediante una película de la experiencia y aunque las imágenes mas terribles no la pude grabar pues la cámara al no ser acuática no soportó la lluvia y paso a mejor vida. Aún así las imágenes grabadas pueden dar una idea facil de lo allí ocurrido.