Aun recuerdo, debajo de aquel balcón
y con la noche estrellada por testigo
el dulce sabor de sus besos.
Esas miradas en la oscuridad,
la inocencia de sus besos
aún los recuerdo.
Recuerdo sus caricias en aquella calle oscura
sus labios humedecidos por las lágrimas del adios.
Un amor imposible moria entre abrazos.
El silencio de la noche, la magia de aquella calle
aun es latente en mi memoria.
En mi corazón siempre habrá un hueco para recordar su nombre,
el olor de su piel, el brillo de sus ojos, la suavidad de su pelo,
la dulzura de sus manos
y la pasion del último adios .
CORONAVIRUS. MOMENTO DE REFLEXION
Hace 2 años
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